Estadio de O'Donnell


A finales de 1912 se inaugura oficialmente el nuevo campo del Madrid F.C. buscando una mayor afluencia de espectadores (dando cabida a 5.000 seguidores).48 Situado entre las calles Narváez y O’Donnell, el alquiler del terreno a Laureano G. Camisón, propietario de los terrenos, le costaba al club 1 000 pesetas al año. Sin embargo, éste necesitaba arreglos. En las labores de allanamiento y desescombro del terreno colaboraron cientos de entusiastas seguidores del Madrid, entre ellos un muchacho llamado Santiago Bernabéu, que jugaba en el equipo juvenil.165
Don Pedro Parages propuso vallar el terreno de juego con una cerca de madera que separara al público del terreno y para ello no dudó en avalar el coste de la madera. Su arriesgada idea pronto fue copiada por todos los clubes en España. El coste total fue de casi 6 000 pesetas reunidas gracias a las aportaciones de los socios, los donativos de Parages, Padrós y Revuelto, y las primeras recaudaciones del estadio. En esas fechas, el Madrid ya contaba con 450 socios que acudían a animar al equipo en sus partidos en la capital, llenando las gradas de un terreno de juego que medía 115 x 85 metros.
Dos años después de la inauguración se le añadió una tribuna para acoger a las personalidades más influyentes y a sus seguidores más reconocidos, bajo unos asientos de mayor comodidad y con una capacidad de 216 personas. Esta misma tribuna sería años más tarde trasladada al Estadio de Chamartín, primero en propiedad del club. El campo de O'Donnell se inaugura con un partido frente al Sporting Club de Irún perteneciente a la Copa Excelsior que terminaría con un empate a cero.3

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